Géneros

Ley Micaela: una guía para fortalecer las capacidades del Estado

La protección y promoción de los Derechos Humanos de las mujeres y la igualdad de género requieren de una ciudadanía activa y organizada y de un Estado con capacidad de dar respuesta a dichas demandas y cumplir con obligaciones constitucionales y compromisos tales como la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación (CEDAW, por sus siglas en inglés) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará). 

El fortalecimiento de capacidades en materia de igualdad de género y derechos humanos de las mujeres de quienes ocupan un cargo en la administración pública en todos los niveles y ámbitos emerge como una estrategia clave para robustecer la respuesta desde el Estado. La promulgación en enero de 2019 de la Ley Micaela de Capacitación Obligatoria en Género para todas las personas que integran los tres Poderes del Estado brinda un marco normativo claro para avanzar en la implementación de esa estrategia en todo el país. 

Es por eso que esta semana, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género presentó el documento que elaboramos en conjunto para evaluar las capacitaciones en el marco de la Ley 27.499. Esta guía podrá ser utilizada en el nivel de las instituciones, organismos o dependencias de cualquiera de los tres poderes del Estado que decidan llevar a cabo la evaluación de las capacitaciones realizadas en cumplimiento de la ley. Su utilización permitirá establecer una línea de base para ir monitoreando la construcción de instituciones públicas fortalecidas en sus capacidades de respuesta a las demandas de las mujeres y de las personas LGBTIQ+.

En la presentación virtual, que se puede ver en este video, estuvieron presentes Carla Majdalani de Onu Mujeres, que hizo hincapié en la concepción de la violencia como interseccional y en la apuesta del Estado Nacional, que es pionero en sancionar una ley así; Victoria Giussani, asesora en Cooperación Internacional de Delegación de la Unión Europea en Argentina, que resaltó que estas políticas son de mucho interés para la UE; y Dora Barrancos, investigadora y asesora de Presidencia en género, que sostuvo que “hubo un empeño enorme para aplicar estas capacitaciones en diversos organismos del Estado”.  

Otrxs expositores que se sumaron a compartir experiencias fueron Alba Rueda, Subsecretaría de Políticas de Diversidad en el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, que resaltó que “la Ley fortalece espacios de reflexión colectiva”, además de que la misma tiene una perspectiva puesta en la diversidad; Luis Avalos, psicólogo y docente, que habló sobre las capacitaciones que normalmente generan resistencias en los varones en puestos de poder y contó que “las masculinidades oscilan entre un genuino interés y una mirada de desconfianza: el desafío es atravesar esos prejuicios y desarmar la idea de que estamos atacando a los varones como individuos en lugar de a la masculinidad como un dispositivo de poder”; y Claudia Anzorena, socióloga e investigadora del CONICET, que remarcó que “En Argentina somos los feminismos los que hemos sabido posicionarnos como interlocutores legítimos frente al Estado. Hemos conquistado más de 30 leyes y centenares de instrumentos de distintas jerarquías producto de la lucha del movimiento feminista y de la diversidad sexual”. 

“Las masculinidades oscilan entre un genuino interés y una mirada de desconfianza: el desafío es atravesar esos prejuicios y desarmar la idea de que estamos atacando a los varones como individuos en lugar de a la masculinidad como un dispositivo de poder”, explicó Luis Avalos, integrante de los equipos de capacitación.

Más tarde llegó el turno de Paula Magariños, socióloga, consultora en innovación y género y socia fundadora de Punctum, que hizo referencia al trabajo colaborativo junto con ELA en la confección de esta guía: “el objetivo es que quienes implementan las capacitaciones puedan revisar lo que hicieron y aprender de lo hecho, para lograr que la mirada de género se incorpore a las instituciones”. Además, sostuvo que gracias a que se puede hacer el seguimiento y también la evaluación de los impactos de estas capacitaciones con la guía (porque esta sigue los contenidos propuestos por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, con un enfoque de resultados), “estamos haciendo las preguntas que ayudan a evaluar su cumplimiento y ayudamos a que la Ley Micaela esté viva”.  

El documento puede verse y está disponible para su descarga aquí.

 

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“El objetivo es que quienes implementan las capacitaciones puedan revisar lo que hicieron y aprender de lo hecho, para lograr que la mirada de género se incorpore a las instituciones”, sostuvo Paula Magariños, socia fundadora de Punctum